Tras 10 meses de normativa

Sorprende ver cómo a día de hoy, tras 10 meses de normativa en materia de drones en España, sigue existiendo un gran número de personas y empresas que vuela estos aparatos fuera de la legalidad, creando una competencia desleal ante el resto y en muchos casos generando situaciones de riesgo.

Por un lado está la gente que los vuela por hobby, apartados de todo peligro y de manera responsable. Sin entrar a valorar si este tipo de vuelos está permitidos sin estar habilitado, creo que cumplen una máxima importante y es la del sentido común. De hecho todo el revuelo que surgió con estos aparatos y la necesidad de regularlos ha debido de ser una traba para muchos aficionados al aeromodelismo, que aún deben de estar maldiciendo a los dichosos drones.

El problema es que existe un gran número de empresas y/o autónomos que han visto en esta tecnología el potencial y las posibilidades que ofrece (que son muchas y hay que aprovecharlas) y han decidido apostar por ella, pero dejando a un lado las normas, bien por desconocimiento, por incapacidad durante el proceso de habilitación o por ahorrarse esa inversión. Algunos de ellos creen que disponiendo de un seguro de responsabilidad civil tienen un paso dado, sin saber que en caso de siniestro las aseguradoras no cubren ninguna actividad ilegal. Este tipo de empresas parece que no tengan nada que perder, pues por ignorancia o por osadez muestran sin ningún tipo de reparo imágenes que incumplen gravemente la ley y comprometen la integridad de muchas personas. Algunos deben de creerse que grabar eso no se le había ocurrido a nadie antes… Lo ideal sería que el propio cliente fuera consciente de la situación actual y estuviera informado de quién puede ejercer y quién no a la hora de contratar este tipo de servicios, pero puede que sea complicado. En mi opinión, como en cualquier profesión, el buen trabajo será el que determine qué cantidad de clientes soliciten tus servicios, pero para ello hay que competir en igualdad de condiciones, y el paso número 1 es la habilitación en AESA y el cumplimiento de la ley. Nos guste más o menos esta normativa, es la que hay y lo cierto es que es igual para todos.

Existen además empresas ya habilitadas que, supuestamente conociendo bien la normativa, siguen mostrando en sus páginas grabaciones no permitidas, como por ejemplo vuelos sobre campos de fútbol abarrotados, vuelos por el centro de las ciudades, etc. Quizá en estos casos lo que falle sea el paso número 1 ya citado: el sentido común. Muchos otros no realizamos este tipo de operaciones por no infringir la ley, quedando en desventaja ante clientes potenciales.

¿Qué se puede hacer ante todo esto?

Preguntaba un asistente a las jornadas sobre RPAS celebradas en la UPV que qué nos protege a los habilitados frente al resto de piratas que siguen operando drones ilegalmente. Respondía D. Jose María Ramirez Ciriza, coordinador internacional en AESA, que ya se estaban tramitando sanciones contra este tipo de actividades tras las denuncias que se están recibiendo. Creo que, a pesar de estos 10 meses, quizá aún haya que dar un margen para que muchas empresas se adapten a esta normativa, si bien es cierto que en otro tipo de gremios se persigue más seriamente a los que ejercen su actividad de manera ilegal.

Por último, animar a todas esas empresas y autónomos que se encuentran en pleno proceso de habilitación con AESA, es un proceso un  tanto engorroso pero el fin es importante: poder volar tranquilos.

Un saludo, Kiko Bonet.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *